Paradoja de la omnipotencia

Averroes (1126-1198), filósofo que discutió la paradoja de la omnipotencia.[1]

La paradoja de la omnipotencia es una familia de paradojas o antinomias, que tratan el tema de la capacidad o límites que posee un ser omnipotente en sus acciones. En particular estas paradojas analizan el tema de si un ser omnipotente podría o no realizar una acción que limitara su propia habilidad para realizar acciones. El argumento indica que si ese ser puede ejecutar tales acciones, entonces puede limitar su propia habilidad para ejecutar acciones y por lo tanto no es capaz de ejecutar todas las acciones, y si no puede limitar sus propias acciones, entonces nunca habría sido capaz de ejecutar todas las acciones.[2]​ La paradoja por lo general habla de dicho ser omnipotente como el Dios de las religiones abrahámicas, pero ésta no es una condición necesaria para su formulación.

Una versión de la paradoja de la omnipotencia es la llamada paradoja de la piedra: «¿Puede un ser omnipotente crear una piedra tan pesada que aun ese ser no pueda levantarla?» En dicho caso, parecería que el ser dejaría de ser omnipotente; en caso contrario, el ser no era omnipotente como se indicaba en un principio.[3]

No obstante, la paradoja de la omnipotencia, según los teólogos y creyentes en un ser omnipotente, contaría con el problema de suponer que la única realidad existente es el mundo físico, ignorando que el teísmo explica la omnipotencia solo es posible porque Dios está mucho más allá de cualquiera de los límites del mundo físico. Sin embargo la existencia de más de una realidad no resuelve el problema de la paradoja en sí misma.

René Descartes (1596-1650), filósofo que sostuvo la omnipotencia de Dios, más allá de las paradojas que se puedan plantear.

Existe una versión de esta paradoja en un contexto no teológico. Un problema de naturaleza similar ocurre en el ámbito de la soberanía parlamentaria o legislativa, cuando una institución legal en particular es omnipotente en su poder legal, hasta el punto que dicha institución puede regularse a sí misma.[2]​ Algunos filósofos, como por ejemplo J. L Cowan, ven en esta paradoja la razón para rechazar la posibilidad de existencia de toda entidad absolutamente omnipotente.[4]​ Otros, como Tomás de Aquino, afirman que la paradoja se debe a un malentendido en cuanto al concepto de omnipotencia.[5]​ En efecto la paradoja puede ser analizada como una imposibilidad lógica básica, en el sentido que entiende a la incapacidad («no puede alzar la piedra») como un atributo de la capacidad total (omnipotencia), en lugar de su ausencia o negación.

Aun así, otros como René Descartes, argumentan que Dios es absolutamente omnipotente, a pesar de este problema aparente.[6]

Además, algunos filósofos han considerado que la suposición de que un ser es o bien omnipotente o no omnipotente es un falso dilema, ya que rechaza la posibilidad de que existan distintos grados de omnipotencia.[7]​ Algunos tratamientos modernos del problema han incluido discusiones semánticas sobre si el lenguaje —y por lo tanto la filosofía— pueden tratar en forma adecuada el concepto mismo de la omnipotencia.[8]

Para analizar la paradoja de la omnipotencia en forma rigurosa, se debe comenzar con una definición precisa de omnipotencia. La definición común, «todo poderoso», no es suficientemente específica para ser útil en el análisis de los problemas planteados por la paradoja. Otras versiones de la paradoja han sido propuestas además de la paradoja de la piedra, la cual presenta problemas en el contexto de la física moderna.

  1. Averroes, Tahafut al-Tahafut (The Incoherence of the Incoherence) trans. Simon Van Der Bergh, Luzac & Company 1969, sections 529-536
  2. a b Suber, P. (1990) The Paradox of Self-Amendment: A Study of Law, Logic, Omnipotence, and Change. Peter Lang Publishing. ((En la web)) Archivado el 28 de mayo de 2010 en Wayback Machine.
  3. Savage, C. Wade. “The Paradox of the Stone” Philosophical Review, Vol. 76, No. 1 (Jan., 1967), pp. 74-79 doi:10.2307/2182966
  4. Cowan, J. L. “The Paradox of Omnipotence” primera edición 1962, en The Power of God: readings on Omnipotence and Evil. Linwood Urban and Douglass Walton eds. Oxford University Press 1978 pp. 144-52
  5. Tomás de Aquino, Summa Theologica Libro 1 Pregunta 25
  6. Descartes, Rene, 1641. Meditations on First Philosophy. Cottingham, J., trans., 1996. Cambridge University Press. Original en latín. Título en inglés: Metaphysical Meditations. Incluye seis Objections and Replies. Una segunda edición publicada el año siguiente, incluye una ‘’Objection and Reply’’ adicional y una Letter to Dinet
  7. Haeckel, Ernst. The Riddle of the Universe. Harper and Brothers, 1900.
  8. Wittgenstein, Ludwig. Tractatus Logico-Philosophicus (6.41 y subsiguientes)

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